El río Amazonas se aleja de Colombia y es cada vez más peruano
agosto 16, 2025
Las acusaciones del Gobierno colombiano a Perú de apropiarse de una isla en el río Amazonas sacaron a flote un problema ambiental ignorado por décadas: el río más largo y caudaloso del mundo se está alejando de Colombia, y en pocos años podría dejar a su único gran puerto sin acceso directo a sus aguas.
En el centro de la tensión diplomática está Santa Rosa, una pequeña isla formada hace medio siglo en la triple frontera amazónica con Brasil y habitada por peruanos desde hace décadas. Perú dice que es parte de su isla Chinería, pero Colombia reclama su soberanía.
La disputa surge porque, cuando ambos países fijaron sus límites hace un siglo siguiendo el cauce más profundo del Amazonas, Santa Rosa no existía. Tampoco otras islas que han aparecido naturalmente por la acumulación de sedimentos y la dinámica cambiante del curso fluvial.
El Amazonas es una frontera viva
Los ríos evolucionan con el tiempo. Sus brazos pueden secarse, ganar fuerza o desviarse. En esta triple frontera, a la altura del municipio colombiano de Leticia, el Amazonas lleva al menos 30 años desplazándose hacia territorio peruano, mientras los brazos colombianos cada vez tienen menos profundidad, menos volumen y menos caudal.
Ya en los años noventa, estudios académicos advertían que el 70 % del caudal del Amazonas en esta zona pasaba por el canal peruano y solo el 30 % por los brazos colombianos. También hace años, la Armada colombiana proyectó que para 2030 el río podría dejar de fluir frente a Leticia durante gran parte del año.
Hoy, ese 30 % ha caído al 19.5 %, y el riesgo de que Leticia quede frente a un cauce seco es cada vez más real.
Así lo concluyó la más reciente medición que realizó el 25 de junio pasado el ingeniero Juan Gabriel León y su equipo de la sede Palmira de la Universidad Nacional de Colombia.
“Y estábamos en periodo de aguas altas”, alerta León. En los meses secos de septiembre y octubre, agrega, “es muy probable que prácticamente ni siquiera pase agua por el lado de Leticia”.
Su estudio registró un caudal de 55 mil 900 metros cúbicos por segundo en el estrecho de Nazareth. Esto son 22 piscinas olímpicas por segundo en el tramo del Amazonas que marca el límite entre Colombia y Perú. Pero, de ese volumen, solo 10 mil 900 metros cúbicos por segundo circulaban por los canales colombianos, menos de una quinta parte.

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